Hace unos días mientras caminaba con mi hijo mas pequeño por una concurrida zona de la ciudad capital (Sto. Dgo.) por alguna razón comencé a amonestar a mi hijo por algo que dijo lo cual me pareció incorrecto, mientras trataba de convencerlo de su error, el se resistía sin siquiera analizar lo que yo decía por lo que me enoje mucho con la situación y comencé a caminar mas rápido y lo deje atrás, pero al llegar a la avenida para cruzarla me detuve, extendí mi mano la cual mi hijo apretó con fuerza y cruzamos aquel tramo peligroso que el solo no podía cruzar.
Querido amigo(a) a veces nuestras faltas ofenden el carácter santo de Dios y contristamos la presencia del Espíritu Santo en nuestras vidas, aun así debemos recordar las palabras de nuestro Señor Jesucristo que él estará con nosotros todos los días hasta el fin (Mateo 28:20b)
Si por alguna razón has faltado a lo que Dios te ha enseñado y de repente te has encontrado resistiendo sus consejos, por favor no cruces solo(a) ese tramo peligroso porque su mano sigue ahí extendida para ayudarte a cruzar al otro lado.
Si deseas puedes escribirnos a : olimpiadabiblica{at}gmail.com
QUE DIOS CONTINUE BENDICIENDOTE.
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