26.6.08

¿La paz a cualquier precio?

Romanos 12:17, 18

Dios quiere que tengamos relaciones pacíficas. Pero Él conoce la naturaleza humana y sabe que habrá personas con las que el creyente no puede vivir en armonía. Según la Biblia, tenemos la responsabilidad de resolver nuestros conflictos con nuestros semejantes, pero eso no significa buscar la paz a cualquier precio. Mantener la paz en la familia, con los compañeros de trabajo o con los amigos, exige esforzarse al máximo. La Biblia fija las pautas para perdonar más de una vez (Mt. 18:22), los métodos espirituales para corregir a las personas (Mt. 18:15-17) y la actitud correcta hacia los enemigos (Lc. 6:27-29). Todos estos principios son contrarios a la naturaleza humana; la única manera de aplicarlos con éxito es por medio del poder y la gracia de Jesucristo. Sin embargo, a pesar de nuestros mejores esfuerzos, eso no siempre es posible. Cuando nuestras iniciativas son rechazadas una y otra vez, puede ser conveniente no seguir intentándolo. Pero si la armonía sólo se puede lograr desobedeciendo la Biblia, debemos negarnos a transigir. Una actitud de "la paz a cualquier precio" puede afectar nuestra condición de personas al reprimir los verdaderos sentimientos pretendiendo que todo está bien. El resultado será la agitación emocional (que puede manifestarse con una enfermedad física) o una descarga de la frustración de una manera explosiva. La paz que le exige suprimir su personalidad, es una paz falsa, porque el corazón sigue agitado con sentimientos reprimidos y haciendo planes todo el tiempo para evitar el conflicto. Lo correcto es acercarse a los demás con honestidad y vivir en paz "si es posible, en cuanto dependa de vosotros" (Ro. 12:18).



Tomado del devocional de miniterios en contacto

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